Las
empresas están formadas por un número ilimitado de agentes o grupos de
interés, comunidad de personas, en donde debe existir un compromiso por parte de todos para su buen funcionamiento, es
decir, el trabajador producir, el empresario dirigir, los proveedores,
suministrar, los accionista, apostar, y así hasta los clientes y el propio
entorno, en donde la “empresa” tiene una gran responsabilidad, fomentando el
desarrollo y sostenimiento social y medio ambiental en su forma de producir.
Muchas cosas por hacer, ¿no?
Existen
términos como cultura, responsabilidad, misión, visión, valores, todos ellos
muy relacionados entre sí, ya que para transmitir un mensaje de coherencia, todos esos términos deben ir en la misma dirección,
de forma que deben ser estratégicamente planificados, consensuados para
cumplir los objetivos que se hayan marcado los distintos agentes, que en cierto
modo, deberá ser cubrir y satisfacer una necesidad que en muchas ocasiones, es
ganar dinero. Pero paralelamente a eso, deberemos ver cómo se gana y cómo se
reparte, pues los accionistas querrán el beneficio de su aportación, los trabajadores,
el de su aporte al beneficio, los clientes, el beneficio de su compra, los
proveedores, el beneficio de su colaboración, y así con todos, e incluso, el
propio entorno, querrá también beneficiarse de aquello que hace la empresa.
La
misión es la razón de la empresa, el propósito, lo que pretende cumplir, lo que
hace en el presente y como atiende a su comunidad o grupos de interés.
La
visión, marca el camino de aquello que quiere ser y donde estar, una imagen de
futuro.
Y
los valores, las creencias, los
principios asumidos y desarrollados por todos los integrantes de la empresa,
debiendo ser aceptados, formando la médula de la cultura, que es el conjunto de experiencias, hábitos
costumbres, normas, actitudes compartidas por los integrantes de la empresa.
En
resumidas cuentas, la misión responde a la pregunta: ¿Para qué existe la
empresa?
La
visión ¿Qué se espera de la empresa en un futuro?
Y
los valores responden a la pregunta:
¿Cómo somos? ¿En qué creemos?
Con
todo ello, disponemos de una brújula, para tomar decisiones, y que estas sean
coherentes y vayan en la misma dirección, repercutiéndonos, identificándonos
por nuestra forma de ser y de actuar. De ahí que surge otro concepto que es el
de imagen corporativa, que no es más que el cómo se percibe la empresa por los distintos agentes que intervienen en
ella.
No
podemos olvidar que en todo este escenario se encuentran las normas morales,
legales y éticas. Surgen términos como la equidad y el equilibrio, lo justo o
injusto, lo correcto o incorrecto, todo ello, puntos a valorar para poder tener
una buena imagen y ser referentes y respetados.
Todo
esto desde la transparencia más absoluta, claro está, es decir, todo el mundo
debe saber qué es lo qué hacemos, cómo lo hacemos, donde lo hacemos, el porqué
lo hacemos, etc., edulcorando muchas veces estas respuestas.
Toda esta gestión de lo legal, correcto, imagen, cultura, valores, planes estratégicos, depende de las actitudes de las personas que forman la empresa y de sus grupos de interés, pues como he comentado al principio, las empresas no dejan de ser comunidad de individuos, y estos deben cumplir con unos principios morales, éticos y legales, y si estas personas no las cumplen, así será la empresa, su cultura, su imagen, sus valores y su responsabilidad. Los objetivos que quieran cumplir todos los integrantes de la comunidad deben ser justos, correctos, equitativos y legales. Muy difícil cumplir todos ellos, ¿no? Pues al extenso número de normas legales, también habrá que tener en cuenta la moral y la ética, lo aceptado y demandado por la sociedad, y lo que creemos justo e injusto. Para ello, la formación que recibimos las personas debe ser integra, y los planes formativos del sistema educativo deben acompañar una educación en valores, que si nos acordamos, responden a la pregunta de cómo somos y en qué creemos.
Para
ello facilito, una web, en donde los valores parecen que no fueron facilitados
a las personas que están en ella, en sus sistemas educativos, de ahí la
necesidad de fomentar una educación más integral, no sola basada en
competencias profesionales, sino también personales.
https://www.casos-aislados.com/tramas.php
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